Cuenta la historia que un día Jehová Dios se apareció en una visión a un hombre que le estaba orando, y le dio la siguiente comisión:
“EMPUJA ESTA PIEDRA”
La piedra era enorme. Al día siguiente, el hombre comenzó a empujarla con todas sus fuerzas, sólo parando para comer y descansar lo suficiente. Así siguió haciéndolo muchos días. Empujando y empujando…
Un día, cuando el hombre estaba cansado y dolorido, Satanás aprovechó la ocasión para desanimarlo, y comenzó a decirle:
“¿No te das cuenta de que tu trabajo es inútil? ¿Cuánto llevas empujando esta piedra, y no la has movido ni un milímetro?”
Así fue que el hombre comenzó a desanimarse, y Satanás día tras día seguía repitiendo lo mismo.
Un día, el hombre ya cansado, triste y desanimado completamente, decidió que sólo empujaría la piedra una vez al día, para cumplir con su comisión, nada más. Pero antes de hacerlo, quiso orar nuevamente a Jehová, y, llorando le preguntó:
“¿Qué estoy haciendo mal? ¿En qué he fallado? ¿Por qué no puedo mover la piedra ni un milímetro?”
Entonces Jehová se le apareció nuevamente, y, con una voz tranquilizadora le dijo:
“¿Recuerdas qué te pedí que hicieras?”
Y el hombre respondió:
“Sí, empujar la piedra.”
“Así es” –respondió Jehová- “Pero nunca mencioné que deberías moverla, ¿no es verdad? Y ahora mírate a ti mismo: cuando comenzaste eras débil, pero ahora tus brazos son fuertes, tu espalda está firme, y tus manos tienen callos por tanto esfuerzo. Ahora has aprendido lo que es la obediencia, el aguante y la fe. Ahora estás listo para otra asignación, así es que
YO MOVERÉ LA PIEDRA”
Entonces le recordó al hombre lo que Jesús enseñó: que una fe fuerte puede mover montañas, pero sin olvidar que, al fin y al cabo, es Jehová quien las mueve y no nosotros.
Por eso, si hoy te sentiste desanimado… sólo empuja.
Si sentiste que tu trabajo no da el resultado esperado… sólo empuja.
Si las personas que te rodean no reaccionan como esperabas… sólo empuja.
Si tienes muchas cuentas que pagar y el dinero parece no alcanzar… sólo empuja.
Entonces ora a Jehová, y verás cómo mueve tu piedra del camino.